¿POR QUÉ HAY TANTOS TIPOS DE CLARINETES?
Clarinete en sib, clarinete en la, clarinete en mib o requinto, clarinete alto, clarinete bajo… ¡¿nunca os habéis llegado a preguntar por qué nuestra familia es de las más extensas?! Yo sí y supongo que alguno de vosotros lo estará haciendo ahora mismo así que yo os responderé esa pregunta.
Siglos atrás, alrededor del siglo XVII, tenemos referencias que existió un instrumento llamado chalumeau. Es nuestro antepasado más directo el cual consistía en un tubo con agujeros que era sonado con una caña o lengüeta. El problema de este instrumento era que sólo comprendía una octava, lo que llevó a que su uso fuera escaso.
Por suerte cerca del año 1700 nace el primer clarinete, un instrumento similar al chalumeau pero más largo y extenso construido por Denner. Pero lo que hizo de este instrumento una revolución fue que tenía una agujero en el dedo pulgar que al destaparlo sonaban los armónicos. Esto hizo que el clarinete pudiera aportar más cosas a la música y promulgó su uso.
Había problemas aún porque entre el registro grave y las notas que sonaban al destapar dicho dedo no estaban todas las notas que deberían. Por eso pronto se le añadiría una llave para el dedo índice y un agujero extra para el dedo meñique de la mano derecha. Pero vosotros os preguntaréis, ¿pero cómo no van a sonar todas las notas si en el oboe o en la flauta suena la octava al levantar ese dedo?
Pues bien, el clarinete es un instrumento que usa lengüeta o caña y es cilíndrico. Esta combinación hace que no suene una octava y que la distancia sea de duodécima (octava y quinta). Esto hizo que instrumentos como el oboe fueran mucho más utilizados en el clasicismo que el nuestro, ¡PORQUE NOS FALTABAN NOTAS!
Este problema fue resuelto también por Denner, le añadió la nota que faltaba alargando la campana, el si natural. Pero ahora tenemos un problema, los compositores escribían para las agrupaciones ya establecidas y muy poca gente tenía un clarinete en su casa ya que era un instrumento muy reciente.
En la época de Mozart y Haydn había pocos trabajos orquestales que incluyeran al clarinete pero todo cambió con Beethoven, a partir de sus composiciones el clarinete se hizo hueco fijo en la plantilla orquestal y no ocasional como anteriormente ocurría.
Ahora analicemos nuestra pregunta. Una vez el clarinete se establece en la orquesta, hay que utilizar muchos tipos de clarinete: en sol, en re, en fa... pero los más habituales eran en do, sib y la. De estos, actualmente se utilizan como norma general el sib y la. Pero esto no es casualidad, podremos pensar, es que tienen diferente color y querían hacer una pequeña diferencia pero no, os equivocáis. Lo hacían por una sencilla razón, para que el clarinetista pudiera tocar.
Puede sonar irónico pero es la verdad. El clarinete era un instrumento más bien imperfecto (se perfeccionó sobre todo en el siglo XIX) y no podía tocar en todas las tonalidades y a partir de Beethoven se empieza a salir de las tonalidades básicas de Fa M y Do M. El clarinete carecía de una escala cromática completa y por eso se construyeron clarinetes en diferentes tonalidades, para que se pudiera contar con el clarinete en la plantilla orquestal y que esto no supusiera un inconveniente al compositor.
Hoy en día utilizamos los clarinetes en sib y la predominantemente porque, junto con el afinado en do, fueron los más usados. Actualmente las partes para clarinete en do se suelen tocar con el clarinete en sib.
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